sábado, 22 de diciembre de 2007

Bolton Marin

Esa fue una noche fría y no pude dormir tranquilo, pensaba en mi amada esposa y también pensaba en esa bruja. Me preguntaba cuales eran sus planes, seguramente ella espera algo de mi o me pedirá algún favor, si es eso y me asegura el camino a Iván yo hare lo que me pida.

En algún momento de la noche me quede dormido, muy poco tiempo supongo, me salí del hogar de esa bruja y me senté en una roca y por alguna extraña razón me puse a recordar viejos momentos y un poco de licor ayudo bastante. Me puse de pie y en voz alta dije.

Soy Bolton Marin el héroe de Razzasin, aquel joven que salió de casa en busca de trabajo y termino convertido en héroe gracias a una guerra y tras asesinar a dos guerreros legendarios. Si ese es Bolton Marin un hombre que se enamoro de la hija de un molinero, que se caso con ella y se mudo a las tierras libres de Ifgard y para que solo para que me quitaran mí más preciado tesoro y un maldito y asqueroso hombre me quitara a mi esposa. ¡Cerdo! ¡Iván Estuk! ¡Te llegara la hora!

No pude contener el llanto y después de golpear una y otra vez la tierra húmeda del bosque un frio intenso recorrió todo mi cuerpo pues para mi infortunio la bruja que se encontraba por detrás, incluso sentí miedo al verla. Me miro y empezó a contar historias, ella hablaba de un mundo en el que no existía el dolor y en el que todo ser era respetado, después me dijo algo que me estremeció por completo. Una especie de poder se oculto en 8 lugares, sitios oscuros y a los que el hombre teme.

-Mi querido Bolton deberás encontrar el medallón correcto en el valle de los paganos.
-¿Valle de los paganos? sabes que ir a ese lugar esta prohibido, me mataran al verme.
-¡Matarte! que no eres tu Bolton Marin, creí que eras valiente; pero como dije voy a ayudarte y tu me ayudaras también pues aceptaste. Ve al este de la montaña veras una casa de roca de la chimenea nunca deja de salir humo, ahí vive un viejo del cual no recuerdo el nombre pero lo importante no es el nombre si no lo que sabe.
-Hablas del medallón
-Si, tráeme el nombre de la bestia que lo porta y una vez que me lo des yo te ayudare con lo de Iván y créeme cuando te digo que Valeria esta bien, encerrada pero bien.
-¡Encerrada!
-¡Señor Bolton Marin! no es para tanto, cumpla con su parte que yo cumpliré con la mía. Busque al hombre que vive al este de la montaña y dígale que le ayudara a encontrar a Hilda, condiciónelo con su tarea y no le negara la ayuda.

No lo pensé mucho, recogí mis cosas le pedí algo de agua y comida a Irmarade y comencé mi búsqueda.

lunes, 17 de diciembre de 2007

Que hago?

hELP!

Un simple deseo

Recuerdo que caminaba por la calle, tenia nueve años. Miraba el piso y contaba mis pasos, de tanto caminar y vencido por el cansancio me senté en la jardinera que estaba en frente de la paletería de Don Jacinto y justo en medio de mis pies un brillo producido por el reflejo del sol llamo mi atención, una moneda que parecía de oro levante y pensé en comprar una paleta helada pero mejor guarde la moneda en mi bolsillo derecho y me fui corriendo hasta mi casa. Cuando quise presumir mi moneda a uno de mis hermanos me entristeció meter la mano y descubrir que la bolsa del pantalón estaba rota, no se por que se me olvido que los bolsillos de mi pantalón estaban rotos y en ese instante yo desee que mis bolsillos no estuviesen rotos y cual fue mi sorpresa que al golpear mi pierna con la mano pude sentir esa moneda, metí la mano a la bolsa de mi viejo pantalón y ahí estaba mi moneda y mi bolsa ya no estaba rota, metí la mano a mi otra bolsa y tampoco estaba rota. Saque mi moneda dorada y justo cuando pensé en enseñarle ese tesoro a mi hermano mayor, de este una luz brillante me dejo impactado y la moneda comenzo a calentarse de tal forma que pude sostenerla mas y la deje caer al piso; de pronto, una pequeña criatura quizás del tamaño de mi mano apareció de la nada.
-¡Hola amo!
-¿Amo?
-Sí, amo. He cumplido uno de tus deseos.
-¿Quien eres tu? ¡Dijiste deseos!
-¡Oh! perdón amo yo soy Ertipolnhopolius, pero puedes llamarme Erti como mi antiguo amo y si, he dicho deseos pues tienes siete... Bueno tenias siete por que has quemado uno y solo te quedan seis.
-Pero no eran tres
-No creas todo lo que dicen pero si quieres puedo concederte solo tres deseos
-No, espera entonces tu fuiste el que arreglo mis pantalones
-Tu deseaste eso
-Pero por que no te perdiste debiste haber caído
-No, tu me levantaste del suelo y eso te hace mi amo. No todo el mundo puede ver esa moneda, solo las personas especiales como tu. La mayoría de la gente me mantiene rodando y viajando por el mundo sin darse cuenta
-Creo que soné con esto pero no se que pedirte
-Hay un pequeño problema tienes tres días para pedir tus deseos y hay ciertos deseos que no puedo cumplir pero tampoco puedo decir cuales son a menos que deseas que te lo diga y si pides deseo que no puedo cumplir cuenta como uno de tus deseos aunque este no pueda ser una realidad
-Eso no se vale
-Lo siento pero yo no hice las reglas
-Disculpa
-No amo no te disculpes

Yo de verdad no sabia que pedirle a ese ser extraño de nombre Erti, los días pasaron y ante mi indecisión Erti apareció diciendo que el tiempo se agotaba y que tenia pocas horas para hacer realidad mis deseos y después de tanto pensar y de analizar mi corta vida quizás se me ocurrió lo que seguramente nadie se habría imaginado.

-Erti
-Si
-Ya se que pedirte
-Excelente
-Deseo no haberte conocido nunca, deseo no haberte pedido nada y deseo que dejes esta tarea de conceder deseos por que nadie debe desear nada que pueda conseguir por si mismo y mucho menos algo que no puede lograr ya que seguramente no esta preparado para recibirlo. Ahora cumple mi deseo o mis deseos
-Pero... de.. de verdad quieres que haga eso amo
-Si, eso es lo que deseo

Erti con lágrimas en los ojos levanto sus manos y junto ambos pulgares por encima de su cabeza creando una hermosa luz azul, me miro fijamente y dijo -Tu has comprendido lo que nadie ha podido y te doy las gracias pues en paz me voy y en paz me quedare ya que mi castigo has librado-.

Jamas lo volví a ver y a decir verdad ahora que soy adulto pienso en todo lo que le pude haber pedido pero me siento orgulloso de mi decisión ya que estoy feliz con lo tengo y mejor aun soy feliz con migo mismo.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Lo vi a el

Tuve la necesidad de correr detrás de unos arbustos, cuando me levante pude darme cuenta de que frente había un árbol de fruta, subí a cortar unas cuantas y cual fue mi sorpresa, arriba otra persona estaba cortando frutos. Lo salude y me sonrió; pero también me regalo unos frutos que acababa de cortar, ambos bajamos a comerlos y de los arbustos frente a nosotros el hombre saco una espada y después maldijo yo por supuesto no abrí la boca, el hombre restregó la espada en el verde pasto y después la coloco en su espalda.

Antes de emprender partida le pregunte su nombre, Lionk Azel me contesto y mas fue mi vergüenza. Lo mire correr con dirección noreste y yo me fui a mi casa pensando en que no pude decirle que le admiro por que parte de mi necesidad se quedo en su espada.