sábado, 30 de mayo de 2009

El último de Luna

Una vez yo iba caminando por la calle así normalito y pensando en mil y un cosas iba camino al pueblo próximo y me alcanzo la noche, el tiempo se va rápido as cuando tienes prisa sabrá Dios por que será, si así uno lo cree porque lo siente o solo lo cree por necedades. Solo iba a pregonar que las festividades de mi pueblo estaban cerca y que los esperábamos con gusto y así con gusto me invitaron a quedarme pues la noche era presente pero yo no pude aceptar y rechace semejante cortesía, quería ir de noche al pueblo mío solo para ver a Luna si es que se aparece.
De noche por la sierra se pueden oír muchas cosas incluso el llanto de muchachas que van de un lado a otro como alma en pena, tuve suerte o tal vez tanto era mi deseo de verle que se apareció y al fin tuve el valor de preguntarle el motivo de su llanto y me eche paz atrás con su respuesta, no dije mas y mucho menos pregunte pero ahora tenía muchas más interrogantes si así se puede decir y la vi partir nuevamente con esa hermosa tez violeta parecía brillar entre los arboles fue un suspiro lo que hizo caer en cuenta el imposible que tenía en mi corazón y me fui caminando hasta mi casa pensando en mil y un cosas y descubrí que era tan bruto como me lo hacían creer pues respondí el extenso interrogatorio que tenia para Luna sin necesidad de preguntar la respuesta estaba en su respuesta.
Ella llora por su amado al que solo puede ver muy de vez en cuando, los días pesan de tristeza cuando no está el ser amado y la carga para ella debe ser enorme pues a él solo ve cuando el día se hace noche.
Y esa fue la última vez que vi a Luna, a veces camino por las noches y aunque diga que no mi deseo de verla es gigantesco.

***Publicado por Susana pero escrito por Ontaro.

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