Soy yo otra vez, me recuerdan si soy aquel que un día de Luna hablo pues resulta que el padrecito del pueblo me ha encomendado una tarea y esa es callar las bocas de aquellos que de Luna hablan cosa que no se si podre hacer ya que a Luna yo la he visto y hasta le he hablado, no quiero, no quiero y no querré nunca, esa niña es de deveras, si de tez violeta y de lindo rostro, me han contado muchas cosas pero esta es una de la mejores, pues resulta que un día un primo mio se enfermo de gravedad, y pues la prima estaba preocupada, ni el doctor de la capital pudo ayudarle y quien sa como se le ocurrió acudir a Luna, tres días pa' encontrarla ella se tardo y una vez ya divisada sin miedo pregunto, la niña la ayuda no se la negó dijo que en tres días ella la esperara en ese sitio con una botella vacía y bien lavada por que la cura para el mal de su marido ella le daría, tres días con sus noches pasaron y la niña ni sus luces, la vida de mi primo casi se acababa y una noche alguien toco tres veces la ventana al asomarse la prima se dio cuenta que era Luna, eso la lleno de alegría pura, le dio tres gotas o mejor dicho dejo caer tres lágrimas en la botella y pronuncio tres palabras antes de marcharse, ¡mezclalas con amor!
La prima se sorprendió de lo que dijo, pero el amor a su marido le dio poder de comprensión hizo una sopa, al querer poner las gotas están cristalizadas se encontraban y lo que tenia que hacer lo hizo al revés le puso la sopa a las tres gotas y agito bien la botella, se la dio como jarabe y a otro día amaneció completo el primo, sin dolores en la espalda, y con ganas hasta de salir a trabajar, el carpintero del pueblo otra vez estaba entero su esposa muy feliz, y yo sigo sin palabras, a Luna yo la admiro y ya se por que llora...
La prima se sorprendió de lo que dijo, pero el amor a su marido le dio poder de comprensión hizo una sopa, al querer poner las gotas están cristalizadas se encontraban y lo que tenia que hacer lo hizo al revés le puso la sopa a las tres gotas y agito bien la botella, se la dio como jarabe y a otro día amaneció completo el primo, sin dolores en la espalda, y con ganas hasta de salir a trabajar, el carpintero del pueblo otra vez estaba entero su esposa muy feliz, y yo sigo sin palabras, a Luna yo la admiro y ya se por que llora...
muy lido la luna tambien me a curado muchas veces pero tal vez esta vez no quiera que me ayude pero la luna me insiste-diana-
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