viernes, 26 de octubre de 2007

Nira?

Mientras caminaba perdido por un mundo desconocido, tratando de y sin tener éxito de no llorar. Era un lugar tan extraño, camine hacia donde vi delgadas lineas de humo emanadas seguramente de chimeneas o quizás fogatas, mis piernas débiles por el camino dejado atrás solo me recordaban que había que descansar, cosa que no podía ya que no sabia ni donde estaba y con un sentimiento extraño al no saber como llegue a este lugar.

La noche me alcanzo y debajo de unas rocas me senté a llorar, a pesar de la belleza del paisaje nada podía disfrutar, la vista era presa de mi mente que quería respuestas. Un fuerte viento hizo caer pequeñas rocas que pasaron de lado y después un crujido ¡rápido muévete! pensé y me aparte debajo de esas rocas que comenzaron a desplomarse. Quizás el hecho de casi ser aplastado me impulso a seguir adelante, frente a mi un enorme lago estorba mi camino, hacia frío y no lo cruzaría nadando, al menos no ese momento.

Por la mañana al despertar lo primero que hice fue correr a intentar cruzar al otro lado, pero un ave que volaba bajo intentando pescar supongo fue devorada por una extraña criatura y las ganas de nadar se me quitaron, rodear el lago era la única forma de llegar a lo que por la distancia parecía una aldea. Tenia mucha hambre y no había que comer, intente no pensar en comida y el camino con dirección a la aldea continué, después de cruzar esas praderas inmensas y dejando detrás al lago de la criatura extraña, un bosque lleno de arboles tan altos como edificios y llenos de hojas color amarillo me encontre. Era tan extraño, casi al salir del bosque pude ver a alguien, si era... era... una niña, corriendo me aproxime a ella, ella se volvió hacia mi y se sorprendió, me miro a los ojos y extrañamente pregunto ¿Eres humano? Mire mis manos y me rasque la cabeza y antes de articular una palabra ella grito
-¡si, eres humano! Dime a que has venido
-No lo se (fue lo primero que se me vino a la cabeza y era la verdad)
-Dime tu nombre humano
-Soy... (pensé en decirle mi nombre y después en decir pepe pero no pude) Ontaro y ¿Tu?
-Mi nombre es Nira, ven te llevare a la aldea seguro debes tener mucha hambre
(solo sonrei y asenté con la cabeza)

Nira, el nombre es bonito; pero su forma física solo revelaba que estaba en un lugar totalmente desconocido y, lo que mas me impresiono fue la pregunta ¿Eres humano? lo que a continuación intentare hacer es la descripción de ella. Nira es algo delgada, alta y sus orejas son puntiagudas como las de un elfo, su cabello es rosa con lineas moradas (por lo que supuse que no se trataba de un elfo), su rostro es muy bello y sus ojos son grandes y expresivos. Era algo tan extraño y hermoso que de tanta admiración en el camino no pude pronunciar palabra alguna, ponía atención a lo que ella decía y creo que estaba tan emocionada como yo, no se cansaba de decir que su sueño era conocer a un humano que le contara como era su mundo y que le mostrara los tesoros que en el había.

jueves, 18 de octubre de 2007

19:00

Después de colgar el teléfono las manos me temblaron y una horrible sensación de nauseas llego de repente, después de vomitar la comida en el baño y enjuagarme la boca llame por teléfono a mi novia, solo quería verla una vez mas antes de que ese nuevo encuentro al día siguiente con el tipo aquel y se diera lugar en el mismo café donde surgió todo.

Ella acepto mi invitación para ir al cine, la verdad fue que de camino nos encontramos un hotel y pasamos la noche en ese sitio los disfrute demasiado pues no sabia si era la ultima vez que estaría con ella. Por la mañana la deje en su casa muy temprano y me preparaba para el encuentro, hacia mucho tiempo de eso y la verdad ni lo recordaba, después de tanta espera lo único que pude recordar era la combinación de la caja fuerte de un banco de alta seguridad, en donde se supone había guardado lo que me dieron a proteger y que era justo lo que querían recuperar.

Al salir de casa mi único objetivo era ir al banco esperar a que las 20:00 me alcanzaran y visitar el café para entregar el paquete y retomar mi vida.
Al llegar al banco entregue una ID y una llave, me acompañaron hasta mi caja fuerte y me dejaron a solas en un cuarto blanco muy iluminado, recuerdo bien el código de la caja 5-9-8-3-2-4 adentro de la caja un maletín y un tubo, el maletín ... ¡oh! ¡no! olvide la clave del maletín. Intente recordar, la desesperación se apodero de mi, una gota de sudor frío se deslizo por mi frente, mire el reloj y solo aumento mi agonía 19:00 y todavía hacia falta abrir el tubo

sábado, 13 de octubre de 2007

Las canicas?

-¡Quieto humano! A donde crees que vas con esa bolsa ¡Es mía! ¡Dámela!
-La necesito para poder irme de aquí, se quien es usted y es la única forma de obtenerlas.
-¡No! tu eres humano no puedes tenerlas en tus sucias manos, si no me las das te convertiré en un feo y verde Zop, tendrás mucho cabello serás el mas raro Zop que se haya visto en Moon.
-Tú no tienes poderes, yo tengo tus canicas.
-¿Canicas? que diablos es una canica, lo que tu llevas en esa bolsa son perlas humano, no canicas.
-Son canicas y en ellas están todos tus poderes.
-Humano tonto, las perlas solo aumentan mi poder y como veo que no entiendes haré mi conjuro mas mortal y creo que en un niño humano será devastador el resultado...

.... ¡eh!.... ¿Qué es eso?... ¡No!....eso...es....es el Yotsuba ¡Aaaahhh!

-Si me dejas ir prometo no usar el trébol

-¡El Yotsubaaaa! Humano quita eso de mi vista, vete, vete ya.
-Lo siento pero es la única forma, te regresare tus canicas cuando me vaya, lo prometo.
-¡Que te vayas!..... ¡Lárgate!

Salí corriendo de la cueva pudiendo escuchar el llanto de Duende, no tuve opción si hay algo que odie de Moon es un Zop. Se las voy a devolver aunque será difícil pues son tan hermosas que quisiera que se quedaran conmigo... ¡oh! ¡No! el flautín de Duende, se me olvido el flautín. Pobre duende tendré que usar mi trébol de nuevo, solo espero que a donde tengo que ir no sea necesaria pues a la cueva no pienso volver, al menos por ahora.

Ya tengo las canicas de Duende, ahora mi sueño se hará realidad conoceré al hada Angelito; pero antes tengo que enseñarle las canicas a Nira.

Si no tienes tiempo no prometas

Mel pidió a su padre un poco de tiempo después de ese accidente, Mel rogó a su padre un poco de atención, Mel solo quería ser escuchado, Mel tenia muchas ideas y proyectos. Un día padre murió y Mel no lloro.
En un jardín lleno de flores y caminos adornados, en un banquillo blanco de madera podrán ver a Mel sentado lunes y jueves contando historias y vivencias a una gris y fría lapida.

sábado, 6 de octubre de 2007

La canción de Gio

Hace tiempo, cuando los mercaderes todavía cruzaban estos senderos y comerciaban en estas villas, un viejo de largo cabello y barba color gris, encantaba con sus historias a los niños y a sus padres. Su sabiduría era la del tiempo y su mirada te mostraba la paz que pocos tienen.

Una de las historias que siempre me gustó es esa que habla de la paz y la tranquilidad que producían los coros del emperador Zu en las montañas del silencio, el viejo hablaba de un puente de piedra que unía las tierras de Zizar y de Tuknaá, un desierto de tras y vastas praderas frente a ellos, el sol se esconde en las montañas del silencio y sale de las tierras oscuras de Kaar y bajo el puente un abismo de oscuros recuerdos.

Un paisaje hermoso te regalan las montañas cuando el sol comienza a descender protegido por estas, y la paz que llega a tus oídos gracias a ese coro resguardado en las montañas. Dichos coros comienzan su canto cuando el sol se esconde y esa luz rojo-naranja inunda las praderas y el desierto, cuando el viento sopla fuerte y te encuentras en el puente te detienes, suspiras al escuchar los cantos, sin duda vives uno de los espectáculos más hermosos e indescriptibles.

Una vez le pregunte al mercader cual fue el canto mas bello que sus oídos percibieron y me miro fijamente, después de regalarme una sonrisa casi susurrando pronuncio "esa a la que llaman Gio".

Lo que de ese puente fue hoy solo quedan ruinas y los coros ya no están desde la muerte del emperador. Los momentos que vivió ese hombre cruzando mundos los deseo, pero lo que deseo más que otra cosa es poder escuchar lo que al viejo cautivo, la canción esa...

... a la que llaman Gio.